lunes, 6 de diciembre de 2010

NIÑOS DE LA CALLE

Se les llama niños de la calle a aquellos niños que viven en las calles de una ciudad, privados de atención familiar y protección de un adulto. Los niños de la calle viven en edificios abandonados, cajas de cartón, aparcamientos, estaciones en desuso o en cualquier rincón donde puedan dormir sin ser agredidos ni descubiertos por la policía. Sus condiciones son muy heterogéneas, desde niños que pasan todo el día en la calle y duermen en casa, con unos padres poco capacitados para atenderle adecuadamente; a jóvenes totalmente independientes que establecen sus propios grupos sociales, o comunidades de drogadictos dedicados al robo.

Hay niños así en muchas de las grandes ciudades del mundo, y especialmente en países en vías de desarrollo, y son víctimas de abusos, negligencia y explotación. En ocasiones, los niños son asesinados por "escuadrones de limpieza" organizados por los negocios locales.

Aunque no existe ningún registro fiable, se suele afirmar que el número de niños viviendo independientemente en las calles del mundo oscila entre los 100 y los 150 millones. Según un informe del Consortium for Street Children, una asociación de ongs del Reino Unido.

Los niños pueden terminar en la calle por distintas razones, de las cuales las más típicas son las siguientes:
  • No tienen elección: Han sido abandonados, son huérfanos o han sido expulsados de sus hogares.
  • Eligen vivir en la calle a raíz de maltratos sufridos en su casa, por negligencia de los padres o porque simplemente su familia no es capaz de cubrir sus necesidades básicas.
  • Eligen vivir en la calle por los ingresos que con sus actividades puedan reportar a sus familias.
  • Desintegración del entorno familiar
  • Conflicto armado
  • Pobreza extrema
  • Desastres (naturales o provocados)
  • Hambre
  • Abusos físicos y sexuales
  • Explotación infantil
  • Desplazamiento social tras emigración
  • Urbanización y crecimiento descontrolado de suburbios
  • Incultura

viernes, 3 de diciembre de 2010

TRASTORNOS INFANTILES

Hoy hablaremos sobre los niños con síndrome de Down o hiperactivos, conoceremos sus características, sus causas y los posibles tratamientos a seguir para cada una de las enfermedades que hoy nombramos.

Síndrome de Down
Los niños con este síndrome tienen características como  el rostro plano, los ojos con una ligera inclinación hacia arriba y su lengua tiende a ser más larga que la de otras personas, pueden tener las orejas más pequeñas o de un tamaño diferente al habitual, un espacio más largo entre el dedo gordo y el segundo dedo del pie, y un pliegue único que atraviesa la palma de sus manos. Es importante entender que no todas las personas con síndrome de Down tienen el mismo aspecto o presentan todas estas características y generalmente tienen problemas de retraso mental, lo que significa que pueden tener problemas de aprendizaje.
Los niños con síndrome de Down pueden ir a la escuela, hacer amigos, disfrutar de la vida y tener trabajo cuando crezcan.
Los bebés con el síndrome de Down tienden a desarrollarse más lentamente que otros bebés. La mitad nacen con defectos del corazón, lo cual significa que sus corazones se han desarrollado de una forma diferente. Generalmente estos problemas pueden corregirse con operaciones quirúrgicas.
Algunos bebés puede que tengan problemas con sus estómagos o puede que presenten un bloqueo en sus intestinos que impide que digieran los alimentos apropiadamente. Los niños con el síndrome de Down son más propensos a contraer infecciones que afectan a sus pulmones y a la respiración. Cuando contraen infecciones, generalmente suelen durar más que en los casos de otros niños. Puede que presenten problemas con la vista o el oído, o trastornos digestivos como el estreñimiento. Otros niños pueden desarrollar leucemia.
Muchos niños se enferman debido a infecciones y otros mueren por problemas cardiacos o otros problemas que presentaron en el momento de nacer. Hoy en día, la mayoría de estos problemas pueden ser tratados médicamente y la mayoría de los niños que los padecen pueden crecer hasta la edad adulta.
Las medicinas pueden ayudar con las infecciones y las operaciones quirúrgicas pueden corregir los problemas del corazón, estómago e intestino. Si la persona padece de leucemia, los tratamientos médicos pueden ser de gran beneficio. Una persona con síndrome de Down tiene buenas probabilidades de vivir hasta los 50 años o más.
No existe cura para el síndrome de Down. La persona que lo padece lo tendrá de por vida. Pero los científicos continúan haciendo investigaciones con la esperanza de encontrar formas de prevenir el síndrome de Down o como mínimo, de mejorar la salud y las vidas de las personas que lo padecen.

Hiperactividad infantil
La hiperactividad es un trastorno de la conducta en niños. Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, que se mueven continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito. Van de un lado para otro, pudiendo comenzar alguna tarea, pero que abandonan rápidamente para comenzar otra, que a su vez, vuelven a dejar inacabada. Esta hiperactividad aumenta cuando están en presencia de otras personas, especialmente con las que no mantienen relaciones frecuentes. Por el contrario, disminuye la actividad cuando están solos.
Estos niños son especialmente problemáticos, poseen un espíritu destructivo, son insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos. También son niños difíciles de educar, ya que pocas veces pueden mantener durante mucho tiempo la atención puesta en algo, con lo que suelen tener problemas de rendimiento escolar a pesar de tener un cociente intelectual normal. Son muy impulsivos y desobedientes, no suelen hacer lo que sus padres o maestros les indican, o incluso hacen lo contrario de lo que se les dice. Son muy tercos y obstinados, a la vez que tienen un umbral muy bajo de tolerancia a las frustraciones, con lo que insisten mucho hasta lograr lo que desean. Esto junto sus estados de ánimos bruscos e intensos, su temperamento impulsivo y fácilmente excitable, hace que creen frecuentes tensiones en casa o en el colegio. 
La hiperactividad infantil es bastante frecuente, calculándose que afecta aproximadamente a un 3% de los niños menores de siete años y es más común en niños que en niñas (hay 4 niños por cada niña). En el año 1914 el doctor Tredgold argumentó que podría ser causado por una disfunción cerebral mínima, una encefalitis letárgica en la cual queda afectada el área del comportamiento, de ahí la consecuente hipercinesia compensatoria; explosividad en la actividad voluntaria, impulsividad orgánica e incapacidad de estarse quietos. Posteriormente en el 1937 C. Bradley descubre los efectos terapéuticos de las anfetaminas en los niños hiperactivos. Basándose en la teoría anterior, les administraba medicaciones estimulantes del cerebro (como la benzedrina), observándose una notable mejoría de los síntomas.
El tratamiento depende de cada caso individual.
El tratamiento farmacológico es a base de estimulantes para ayudar a que el niño pueda concentrarse mejor, y sedantes en el caso de que el niño muestre rasgos sicóticos.
El tratamiento psicoterapéutico está destinado a mejorar el ambiente familiar y escolar, favoreciendo una mejor integración del niño a la vez que se le aplican técnicas de modificación de conducta.
El tratamiento cognitivo o autoconstrucciones, se basa en el planteamiento de la realización de tareas, donde el niño aprende a planificar sus actos y mejora su lenguaje interno
.
En el Safari Park de Elche, Alicante, se está realizando una nueva terapia para el tratamiento de niños hiperactivos. Durante una hora, seis niños a los que se les ha diagnosticado este trastorno comparten espacio con estos animales, que se caracterizan por ser tranquilos y cariñosos. Las sesiones de terapia están controladas por psicólogos y monitores. Los niños que siguen la terapia se relajan con mayor facilidad y se consigue aumentar su autoestima.


jueves, 2 de diciembre de 2010

EL LEGADO DE LA MADRE AL HIJO

Hoy hablaremos de cómo afectan determinadas acciones de la madre durante el embarazo a sus hijos.

EL CONSUMO DE DROGAS
 
Por el consumo de drogas de las madres, los bebés presentan muchos más riesgos de sufrir un nacimiento prematuro y menor peso. Por estas dos razones el bebe ya está predispuesto a sufrir determinados problemas de salud a lo largo de su vida.
También cabe nombrar que el consumo de drogas por parte de  la madre en el periodo de gestación causa problemas neurológicos al bebé. Los problemas neurológicos de estos bebés son variados y se detectan con facilidad, presentan mucha irritabilidad y diversos comportamientos asociados a un mal funcionamiento del sistema nervioso central y autónomo.

EL CONSUMO DE ALCOHOL

El consumo de alcohol durante el embarazo es una de las principales causas prevenibles de defectos congénitos y discapacidades del desarrollo. Cuando una mujer embarazada consume alcohol, su bebé también lo hace.
  • El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar muchos defectos congénitos y discapacidades del desarrollo. Se conocen como trastornos del espectro alcohólico fetal (FASD, por sus siglas en inglés), entre los cuales se encuentra el síndrome alcohólico fetal.
  • Los FASD pueden causar problemas en la manera como luce, crece, piensa y actúa una persona. También pueden causar defectos congénitos del corazón, el cerebro y otros órganos principales.
  • La buena noticia es que los FASD son 100% prevenibles, si la mujer no consume alcohol durante el embarazo.
  • Los profesionales de la salud deben preguntar a todas sus pacientes en edad reproductiva sobre el consumo de alcohol. Deben informar a las mujeres sobre los riesgos de consumir bebidas alcohólicas durante el embarazo y aconsejarles que no las ingieran durante el mismo.

EL CONSUMO DE TABACO

Como ya hemos dicho anteriormente al feto le llega todo lo que la madre toma, por lo tanto obtiene el oxígeno y los nutrientes necesarios a través de la placenta y el cordón umbilical. Si la madre fuma, el feto estará expuesto a las toxinas (sustancias venenosas) presentes en el humo del tabaco.
 Al fumar, parte del oxígeno de la sangre es reemplazado por monóxido de carbono. Si la futura madre continúa fumando, su sangre y la del feto tendrán un nivel de oxígeno por debajo del normal.

Las partículas del humo del tabaco contienen diversas sustancias tóxicas que modifican la capacidad de la sangre para realizar su función de una manera adecuada y normal. Esto puede afectar a la placenta, por la que se alimenta su futuro hijo. 

¿Qué daños puede causar al feto el tabaco?

Los recién nacidos de madres fumadoras:
  • Tienen más probabilidades de nacer prematuramente y con bajo peso. Ello implica mayor riesgo de complicaciones futuras y de estancias hospitalarias.
  • Suelen pesar una media de 200 grs. por debajo de la media de los hijos de madres no fumadoras con similares características.
  • Corren el doble de riesgo de sufrir muerte súbita del lactante.
  • Enferman más a menudo que los niños con padres no fumadores. Acuden al médico y tienen que ser  hospitalizados con mayor frecuencia que los hijos de padres no fumadores.
  • En sus primeros años de vida sufren más enfermedades como inflamaciones del oído medio, tos persistente y bronquitis. El número de hijos asmáticos es superior entre los padres fumadores.
Por otra parte, las embarazadas que fuman aumentan el riesgo de perder el hijo. En las últimas fases de la gestación, las embarazadas que fuman tienen un mayor riesgo de sufrir desprendimiento de la placenta. Esto puede provocar el parto prematuro, la asfixia del feto por falta de oxígeno e incluso su muerte dentro del útero.